sábado, 8 de noviembre de 2008

Crónica de una noche bajo la niebla

Era un tipo de lo más extraño, lo supe cuando lo vi, su atuendo surrealista, su cabello que brillaba, piel de porcelana y nariz aguileña.. ah y las botas!! esas botas que tienen tanto caucho, que deberían multar a aquellos que las usan... como el raro ..

El raro le puse, pues porque era raro.. de esos que quieren llamar tanto la atención que se quejan cuando la llaman.. típica frase de: "si me visto así es porque quiero, no sé por qué la gente se me queda viendo como si fuera extraño el vestirme y peinarme así" mientras yo volteo a verlo en mi versión más alternativa y pienso "mano, neto llamas tanto la atención que ni un ciego te atropellaría" Y la verdad es que tan peculiar personaje me intrigaba; hasta que un día en un intento por esconder su timidez me pasó un papelito con su número de móvil.. y a mí la curiosidad me ganó.. tanto que al final quedamos para salir una noche.. la única noche en la que en la ciudad de las tres culturas mis ojos vieron la niebla, una noche mágica que pareció transportarnos en el tiempo, las circunstancias eran perfectas para estar en armonía con quien yo pensaba un adorador de drácula... caminamos por los callejones, subimos los peñascos en medio de la niebla y parecía que estábamos sólos en la ciudad..

..Pero la magia no existe y tampoco conocí a un vampiro..

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